miércoles, 23 de agosto de 2023

Universo

Quereme.

Como los miles de versos

han citado a las miles de metáforas

sobre cosas que quieren cosas.

Deseame.

No hay analogía más brutal que 

mi boca deseando la tuya

para indicar necesidad.

Hablame.

Más con verdades que con palabras.

Tocame.

Con el alma y con las manos.


Hay un mundo aquí adentro

pidiendo que lo habites.

Hay ríos, mares, desiertos, selvas,

ecosistemas completos

aguardando por tus pies.

Hay una historia

que no termina

que renace, una y otra vez

del fuego, del agua.


Quereme.

Casi casi como yo te quiero.

sábado, 19 de agosto de 2023

Desencuentro

Amarte
sin poder corresponder
sin poder tocar la piel que arde
ni callar tus párpados con el aliento.
Que no importe
porque le robamos al día 
jirones de papel rojo 
y grabamos sonidos que suenan a otros.

Amarte o desearte.
Necesitarte. 
Aún con el final tatuado en los dedos,
aún con el beso suspendido para siempre.
Hay un desenlace sellado, comunicado
               y archivado
y mientras que ninguno quiere retroceder
hay una que no puede avanzar.

Congelar el tiempo
las edades
el eco de las palabras que no decimos
amargar el jugo para que sepa mejor
secretear con nuestras sombras
bailar
hacer zig zag
dar una vuelta entera y terminar de frente
absortos y entregados.

Amarte
a destiempo siempre,
rompiendo coros,
desarmonizándolo todo.

jueves, 10 de agosto de 2023

Sobre la fruta y el hambre

Granada madura, dulce y jugosa.
Te arranco sin piedad del cobijo de tu árbol y te como.
No de grano en grano, no, meto puñados enteros en mi boca
brutal
mitad sed y mitad hambre.

Si lo dejo, tu olor se queda conmigo por horas después de engullirte,
después de que tu agua tibia se derrame
por entre los pliegues de mis labios.

Apreto los párpados,
respiro entre dientes, casi silbando, 
jadeo el éxtasis de sentir en mí la fruta que me gusta 
trago con placer, quiero más y porque no quiero perderme nada, 
me apresuro a lamer mi propia piel, 
transformada, frenética, enloquecida. 
 
Fruto perfecto, manjar
atiborrame los rincones
quedate conmigo
alimentame hasta que explotes carne y pulpa,
hasta que la cáscara dura sea recuerdo.
Ablandate entre mis dientes, deshacete y escapate después 
a chorros, por entre mis dobleces, a la fuerza, a empujones. 

Arrodillada, con pedazos muertos de granada, 
cayendo de mi boca al piso, 
lloro
escandalosa
por mis manos vacías. 

Miro el árbol con las pupilas dilatadas,
famélica siempre, 
se que hay más de donde saqué esta y allá voy.

martes, 8 de agosto de 2023

Isósceles

Donde inicia el contorno de tu piel
y se acaba la zona libre
donde cambia la atmósfera 
y dejo la esclavitud del piso
para anclarme al viento de tu cielo 
donde la voz se vuelve un color
donde las manos parecen calandrias 
ahí, justo ahí, 
donde me reciben tus ojos 
que derriten el hielo 
y dibujan estrellas con el vapor
ahí donde el beso dura y se repite
donde soy ternura y látigo 
                nube blanda y rayo 
ahí donde las cuerdas son reinas
donde Plutón hace su entrada
donde no quedan dudas
donde no pierdo, ni gano
justo ahí, en la mitad del isósceles
en el justo medio entre las armas
                y la palabra
donde mis yemas danzan
donde tus labios muerden 
donde olvido lo que hay afuera 
donde renuncio a mi contrato eterno
                y cabalgo deprisa en un un corcel 
                que se incendia
                mientras me salva.


domingo, 6 de agosto de 2023

Abre

Me abro.
No como una flor.
Me abro más bien
como la carne de la fruta
lista para romperse en pulpa.

Me abro a tus manos
a tu boca, 
a tu pecho 
que hace trinchera en mi espalda.

Me rompo al crepitar de este deseo.

Te abrazo,
tu línea me atraviesa,
dolorosa y hermosa
incomprendida y exótica 
mía, siempre mía;
y como la fruta,
se sale todo de mi
para hacer río 
que desemboca en ella.

No quiero hablar de veranos
quiero el fuego
-imprevisto, agotador-
encendido en mi garganta.