Quereme.
Como los miles de versos
han citado a las miles de metáforas
sobre cosas que quieren cosas.
Deseame.
No hay analogía más brutal que
mi boca deseando la tuya
para indicar necesidad.
Hablame.
Más con verdades que con palabras.
Tocame.
Con el alma
con las manos.
Hay un mundo aquí adentro
pidiendo que lo habites.
Hay ecosistemas completos
aguardando por tus pies
y tu bandera.
Hay una historia
que no termina
que renace, una y otra vez
del fuego, del agua.
Quereme.
Casi casi como yo te quiero.