martes, 19 de septiembre de 2023

Quiero

Veo besos en mis libros.

Las ficciones se llenan de labios que 

al moverse

no dejan de brillar.

Se unen las bocas.

De a dos.

De a tres.

De a docenas.

Son cientos tal vez.


Veo besos en revistas

en tarjetas

en los carteles publicitarios

en la sombra de la propia sombra

donde la gente oculta

la noche anterior.


Besos.

Y el aire que corre por la calle 

se vuelve roce

que viaja como flecha

entre articulación 

y articulación.


Besos.

Los que se me escapan.

Los que duelen

por ausentes.

Los que invento en la memoria

y doy vida en el texto.

Besos azules o turquesas.

Diferentes,

y sin embargo,

conocidos.

Cercanos.

A un soplo, a un respiro de distancia.

A una vuelta de la esquina.

A un cierra y abre de párpados

mojados

       -no es llanto, es deseo-.

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