lo quiero todo.
Si se trata de morder,
si se trata de comer...
Dame.
Si hablamos de desear,
deseo todo.
Si se trata de vos,
de mi o
de esta montaña
de palabras
mal ordenadas
que somos:
si,
dame.
Si la pregunta es
en potencial,
dejame que
te muestre los dientes
en forma de risa y
revolee los ojos
hasta dejarlos blancos
y al grito tácito
de "cuál es la duda"
confirmarte
que si,
que claro,
que dame.
Sos la mesa servida,
el plato
rebalsado
chorreando
en el mantel.
Yo siempre comensal
me abalanzo
cuchara en mano.
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