Entonces no me quieras.
Si estos siguen siendo los dos mil
si tu ego no endulzó la mirada
-sin desdmedro del deseo-
si estas aún en la línea de salida,
si de todo,
no queda nada;
si no podés,
si no querés,
entonces mirame,
leeme sin líneas
-y sin tantas metáforas-
acá planto bandera:
No me quieras nada.
Si la distancia,
si el verso,
si potenciar con los días
las ganas,
si extrañar
y anhelar,
si imaginar (hasta arder)
los sonidos
que podrían ser
alguna vez,
si todo eso que es poesía,
que es trama,
que inunda
que abre y duele
y cava y encuentra
y toca y deja marca
no basta,
entonces, basta.
Y sin embargo,
aún hoy,
aún así,
aún en un hilo de voz,
ojalá no te vayas.